Las selecciones masculina y femenina sumaron un nuevo éxito para el baloncesto 3×3 español con la consecución de sendas platas en la Copa de Europa disputada en la ciudad griega de Heraklion. La hazaña pone en valor el trabajo la de FEB potenciando la disciplina 3×3, especialmente en categorías inferiores, donde hace 4 meses se disputó el Campeonato de España de Clubes, que entrega sus frutos ahora, y coloca al baloncesto 3×3 español en tendencia ascendente.
La selección femenina, formada por Marta Alsina, Lucía Martínez, Irene Noya y Naia Zubiaga, y dirigidas por Ana Junyer, avanzó hasta los cuartos de final de forma brillante, sin dejarse ni un solo encuentro en la fase previa. Ya en las rondas de eliminación, las españolas tuvieron que hacer frente a Portugal, en cuartos, y a Bulgaria en semifinales. Ambos encuentros estuvieron marcados por la alta intensidad defensiva, especialmente en los primeros minutos, donde costaba mucho anotar. Sin embargo, la aparición en los últimos minutos de Alsina en cuartos, y Zubiaga en el encuentro de semifinales, le otorgaron a España el pase a la final.
En la final esperaba Francia, uno de lo grandes favoritos del torneo, que propuso de nuevo un partido muy físico y con alto nivel de contacto. A pesar de aguantar hasta el final en el partido, los errores finales, causados por la precipitación de las jugadoras españolas, decantaron el partido del lado francés.
En el cuadro masculino, el equipo formado por Eduardo Coll, Alex Huguet, Gerard Villarejo y Michael Enabulele, y dirigidos por Raúl Fernández y Pedro Meléndez, también realizaron una primera fase inmaculada, con pleno de victorias, que les dio el acceso a los cuartos de final. Una vez allí, Irlanda se cruzó en el camino de los españoles, que, a pesar del gran acierto exterior de sus rivales, consiguieron avanzar a las semifinales. Era el momento de enfrentarse a Francia, la gran favorita del torneo, y ante la que España realizó un partido perfecto, sin fisuras, para firmar el pase a la final con un brillante 21-8.
En la final se vivió otro partido de alto voltaje. Croacia, que ya había caído frente al equipo español en fase de grupos, sacó todo su talento ofensivo a relucir, obligando a España a emplearse a fondo en la parcela ofensiva. Sin embargo, tras unos minutos finales muy tensos, los croatas acabaron por llevarse el partido por 19-21, dejando a España al borde de proclamarse campeones.