Debrecen. Una ciudad para no olvidar. Allí se presentaba la selección española sub18. Una gran cantera en la formación masculina dispuesto a demostrar su experiencia en el 3×3. Una Selección formada por Raúl Lobaco, Sergi Tell, Pere Sureda y Alexei Pérez llegó a Hungría con el objetivo de subir al podio. Jaume Comas apostó por cuatro jugadores con características distintas. Alexei Pérez aportó el dominio en la pintura y puso los centímetros; Pere Sureda mostró su capacidad para anotar con muchas opciones; y Sergi Tell y Raúl Lobaco tenían un gran tiro exterior.
Enfrente, la selección rumana 3×3. Un equipo con ventaja, número 2 en el ranking. Llegaban tras a haber eliminado a Rusia en cuartos y perder en semis ante Serbia. Y España calló ante ellos.
Fue subirse al podio. Fue un premio a los valores jóvenes y a esta modalidad de baloncesto. España pasó a la primera fase a pesar de la derrota ante Rumanía. Unos cuartos de final con una gran ejecución del partido en el que ganaron a Francia.
Y llegó el gran día. Rumanía salió muy intensa. Pero España fue superior. Venció con comodidad (21-12). La selección rumana dominó los primeros minutos a pesar de un triple de Pere Sureda para abrir el marcador. Sergi hacia daño en las penetraciones y Alexei Pérez era superior a sus rivales bajo el aro. Aunque Rumanía intentó el contrataque, Raúl Lobaco muy serio cogió el timón y puso el 14-9. Una ventaja que dio tranquilidad a España, un partido más que controlado. Y fue Alexei el que firmó el 21 tras un rebote ofensivo. Ahí estaba, una medalla de bronce, que quizás supo a poco, pero que fue el premio de los jóvenes valores del 3×3.