De Manhattan a los Juegos Olímpicos, el 3×3 se abre camino

Cuando uno piensa en el baloncesto 3×3 es imposible no asociarlo con un deporte urbano. Eficacia, actividad y dinamismo son algunos de los adjetivos que lleva impregnado en su práctica.

Si echamos la vista atrás, hay que situarse en Norteamérica, más concretamente en el barrio de Harlem, norte de Manhattan, dónde las drogas y la violencia estaban a la orden del día, y el baloncesto 3×3 sirvió como vía de escape para todo aquel que quería rehacer su vida.

A pesar de su práctica, no fue hasta 2007 cuando esta disciplina captó la atención de la Federación Internacional de Baloncesto. Ese año llegó el momento de experimentar con esta modalidad adaptada del baloncesto, para incluirla en los Juegos Olímpicos de Singapur en el 2010.

Fue elegido porque se consideró un deporte positivo, divertido y con una imagen joven, idílico para una buena proyección de futuro. De esta forma el 3×3 levantó las alas en 2010 hasta el punto de ser calificado como el evento más atractivo del país asiático.

Con ánimos de desarrollarlo, la FIBA en el Congreso Mundial en Estambul, presentó un proyecto ambicioso para convertirlo en disciplina olímpica, de tal forma que comenzaron a desarrollar un plan de trabajo en torno a las normas y competiciones del 3×3.

Gracias a su labor durante ese año, se consiguió realizar una fase de prueba durante los meses de verano, hasta que la Junta Central aprobó el plan de trabajo para ponerse manos a la obra y llevar este deporte a todos los rincones del mundo. Sin ir más lejos, el gran hito fue la celebración de la primera Copa Mundial FIBA U18 3×3 que se celebró en Italia, dando luz verde a un sinfín de competiciones que vendrían en años posteriores, como el FIBA 3×3 World Tour, que cerró el primer capítulo de esta historia.

Atractivo y fascinante en todo su esplendor, no ha parado de desarrollarse hasta la actualidad, donde la FIBA y las federaciones de cada país han apostado mano a mano para llevar esta modalidad lo más alto posible. Y lo están consiguiendo. Muchos países se han puesto manos a la obra para que el 3×3 sea un gran espectáculo.

El baloncesto 3×3 ha llegado para quedarse. Tokio 2020 vivirá en primera mano el que es considerado el deporte urbano número uno y el más practicado en el mundo, según el Comité Olímpico Internacional.

Con unos eventos considerados auténticos festivales. Los lugares más emblemáticos de las ciudades ya viven la auténtica revolución de este deporte, pues cuenta con música ininterrumpida, conciertos, concursos de baile, exposiciones de arte y en especial, competiciones de mates o triples.