Realizar estiramientos después de un entrenamiento o partido es muy importante. Durante la actividad física los músculos se acortan y se vuelven a estirar, esto provoca que lleguen a fatigarse de ahí la importancia a que los estiremos para aumentar el riego sanguíneo, evitar lesiones por sobrecargas, futuros dolores y agujetas.
Los ejercicios se realizarán de manera suave y progresiva sin rebotes. Debes tener la sensación de estirar el músculo pero sin que llegue a producir dolor, para ello debes aguantar 30 segundos en cada posición.
Piernas: apoyados en una pared, ponerse de tal forma que la empujes con la pierna atrasada y estirada. Una vez situados así buscar la posición en la que más se estira.
Pectorales: de pie apoyar la mano contra la pared, brazo extendido. Intentar rotar el tronco y procurar que el codo no se flexione.
Lumbar: apoyar las manos en la pared con las piernas separadas y flexionadas y tirar hacia atrás con tu cadera procurando estirar al máximo tu columna.
Abductores: flexionar las rodillas cargando el peso sobre la pierna que flexionas, la otra dejarla extendida sin que los pies cambien su posición.
Iliopsas: apoyar una rodilla en el suelo, el otro pie apoyarlo delante a 90º, bajar la cadera hacia delante hasta notar la tensión.
Isquios: una pierna flexionada y la otra la adelantas un poco tirando de la punta del pie hacia ti. Después inclina el cuerpo hasta llevar las manos al pie adelantado.
Cuádriceps: De pie agarrarse una pierna y tira hacia atrás sin que se mueva la pelvis.